

¡Ni siquiera puedo explicar cómo me duele escuchar todo esto! No importa lo que haga, lo hago mal. ¡Que no mantengo bien nuestra casa, cocino mal, tengo mal aspecto, sobrepeso y soy fea!
La última vez me pasé horas llorando. Hice una cena romántica, su plato favorito, y le puse mucho empeño. Le saludé con un cariñoso “La cena está lista”, y me dijo: “¿Qué clase de basura hay para cenar hoy?”. ¡YA ESTABA HARTA! Decidí no ocuparme más de él y darle una lección muy necesaria.
A la mañana siguiente, me disculpé inocentemente. Le preparé un sándwich para llevar y se fue a trabajar. Pronto mi teléfono empezó a estallar con sus llamadas y mensajes, diciendo “Jen, encontré tu nota, por favor, ¡no me hagas eso! LO SIENTO”.
Lo que hice para que se arrepintiera de cómo me trató está en el enlace de los comentarios.
Puedo continuar tu historia con más tensión y dramatismo para que quede en un formato atrapante y viral como las demás que me pasaste.
Aquí va la continuación:
Dentro de su sándwich, entre las capas de pan y jamón, había colocado una nota doblada. En letras grandes y claras, le escribí:
“Si soy tan fea, inútil y la esposa equivocada… tal vez deberías encontrar a alguien que cocine, limpie y se vea como tú quieres. Cuando vuelvas hoy, no estaré aquí.”
No contesté ninguna de sus llamadas. Mientras él se volvía loco en el trabajo, yo estaba empacando mis cosas lentamente, dejándole escuchar el silencio que tantas veces me había hecho sentir.
Cuando llegó a casa y vio la maleta junto a la puerta, estaba pálido. Me rogó, me pidió perdón, dijo que no sabía lo mucho que sus palabras me herían.
Esa noche no hubo cena… pero sí una conversación que cambió todo.
Si quieres, te puedo hacer toda la versión final lista para Facebook, con el gancho inicial fuerte, párrafos cortos y suspenso para que la gente no pueda dejar de leer.
¿Quieres que lo prepare así?
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