El caballo castaño de repente saltó justo delante del coche, empezó a resoplar, golpeando el asfalto con sus cascos y me miró fijamente: y entonces vi algo aterrador.

El caballo castaño de repente saltó justo delante del coche, empezó a resoplar, golpeando el asfalto con sus cascos y me miró fijamente: y entonces vi algo aterrador.😱😱

Ayer casi tuve un accidente. Y la causa fue… un caballo.

Sí, has leído bien: un auténtico y enorme caballo castaño.

La historia empezó con normalidad: iba conduciendo por una carretera desierta, entre la niebla, haciendo mis cosas. El camino estaba tranquilo, solo con bosque alrededor y algunos árboles secos y dispersos. De repente, algo extraño apareció frente a mí. En el último segundo, frené, las ruedas chirriaron y el coche se detuvo a pocos centímetros del animal.

Frente a mí, encabritado sobre sus patas traseras, estaba el caballo. Resoplaba, golpeaba el asfalto con los cascos y miraba fijamente a través del parabrisas como si intentara detenerme. El corazón me latía tan fuerte que al principio no me atreví a salir. Pero el caballo, claramente, no iba a huir; estaba nervioso y parecía querer decir algo.

Abrí la puerta con cuidado y salí. El caballo salió disparado hacia el bosque. Algo dentro de mí me decía que debía seguirlo. Cerré las puertas del coche y corrí tras él.

Nos detuvimos en un viejo pozo abandonado. El caballo pisoteó junto a él, golpeó el suelo con su casco y resopló, mirando hacia abajo una y otra vez. Me acerqué y, al mirar dentro, me quedé paralizado de horror… 😨😱Abajo estaba… Continúa en el primer comentario.👇👇

Abajo, en la oscuridad, había un hombre. Apenas se movía con dificultad y gemía débilmente. Llamé de inmediato a los servicios de rescate y a una ambulancia, gritándole que la ayuda estaba en camino.

Cuando finalmente lo sacaron a la superficie, la verdad salió a la luz. Este hombre caminaba por el bosque con su caballo, resbaló y cayó en el pozo. El caballo no pudo ayudarlo solo, así que corrió hacia el camino, directo hacia mí.

Si no hubiera sido por ese caballo, quién sabe cómo habría terminado todo. Y todavía no puedo creer que un encuentro casual en una carretera desierta se convirtiera en un verdadero milagro.

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